Según una investigación realizada por científicos de la Universidad de Liverpool (Reino Unido), los dueños de perros tienen cuatro veces más probabilidades de cumplir con los parámetros de ejercicio recomendados por los especialistas en salud y nutrición.
El estudio -publicado por la revista especializada “Scientific Reports”- indicó que poseer como mascota a estos simpáticos amigos de cuatro patas puede influir notablemente en la cantidad de actividad física que realizamos y nuestras escapadas al aire libre.
Al respecto, entre los resultados obtenidos las personas encuestadas indicaron que para ellos existía una estrecha relación entre gozar de la compañía de un perro e ir a caminar con frecuencia. Una actividad que también debía ser vista como una obligación para que los animales pudieran interactuar con el entorno y no se aburrieran.
Pequeños paseos
En relación al procedimiento de trabajo, los investigadores concentraron sus análisis en un solo vecindario de la ciudad de Liverpool con el propósito de que todos los participantes compartieran un acceso similar a los parques y otras facilidades que incidieran en sus rutinas.
Una vez delimitado el territorio, los responsables del estudio le pidieron a los entrevistados (700 en total) que respondieran una extensa encuesta sobre el tiempo que dedicaban a la actividad física y el tipo de entrenamiento que realizaban. Además, a algunas familias se les otorgó monitores para rastrear sus índices de ejercicio a lo largo de una semana.
“De acuerdo a los cuestionarios y control de actividad, se descubrió que los dueños de perros utilizaban casi 300 minutos de su tiempo para sacar a pasear a sus mascotas. Es decir, caminaban unos 200 minutos más que la gente sin canes”, comentó Carri Westgarth, catedrática de “Interacción entre humanos y animales” de la Universidad de Liverpool.
Gracias a estos recorridos, la mayoría de los propietarios de perros cumplían o excedían las recomendaciones estándares de ejercicio para mantenerse saludables. Las cuales piden al menos 150 minutos de deporte moderado cada siete días.
Niños activos
En sintonía con los resultados anteriores, la investigación británica demostró que la influencia de los animales también se extendía a los más pequeños. Los niños cuyas familias tenían perros caminaban 100 minutos adicionales por semana y jugaban alrededor de 200 minutos más que otros compañeros de su edad.
¿Es mejor en compañía?
Si bien los entrevistados afirmaron que tener un perro les ayudaba indirectamente a ser más activos, la encuesta demostró que una alarmante proporción de personas (en su mayoría mujeres jóvenes) no sacaba a pasear a sus perros la cantidad de horas suficientes.
Entre los motivos, las especulaciones giraron alrededor de la falta de control sobre sus mascotas y la inseguridad para circular en la vía pública. “Si vamos a promover tener un perro como forma de aumentar el ejercicio, esas preocupaciones deben ser reconocidas, comprendidas y tratadas”, explicó Westgarth.
Por esta razón, a futuro los investigadores planean realizar trabajos complementarios donde se considere la incidencia de las razas, el temperamento del animal y su entrenamiento.
“No aconsejaría a nadie comprar un can con la esperanza de que -como si de un Fitbit peludo se tratase- nos incite a movernos. Pero, si tenés el interés y las finanzas necesarias para asumir la responsabilidad, entonces estos animales son el perfecto aliciente para salir a caminar y evitar las excusas”, finalizó la investigadora.